En la
actualidad, las empresas venezolanas, especialmente la Pymes, han tenido que
afrontar serios problemas que
han dificultado su supervivencia, trayendo como consecuencia los altos niveles
de desempleo que aquejan a la sociedad, el incremento de la pobreza y la
aparición de productos extranjeros en el mercado debido a que el aparato
productivo venezolano no está siendo eficiente y obliga a la importación de
productos para satisfacer las necesidades de la ciudadanía (En ocasiones).
Venezuela en Paracaídas.
Según cifras del Presidente de la
Confederación Venezolana de Industriales de Venezuela (Conindustria) Carlos
Larrazábal, “En los últimos 11 años se perdió un 36% de las empresas en el
país”, lo que se traduce en la merma de los puestos de trabajo, dejando al
descubierto el triste panorama de la situación económica Venezolana, pero el problema
no termina con esos datos, un estudio realizado por la mencionada organización,
señala que para erradicar la pobreza en Venezuela se necesitan 300 mil nuevos
empleos cada año, situación que Larrazábal traduce a la creación de 10 empresas
como ‘Polar’ anualmente.
La Culpa es de la Vaca.
El experto en Economía Política y Profesor de La Universidad del Zulia
Román Domínguez, asegura que “los grandes inversionistas buscan los mercados
emergentes de Latinoamérica, pero solo aquellos que les ofrezcan garantías
institucionales de esa inversión”, Domínguez continua afirmando que “Venezuela
no es uno de esos países, debido a que su gobierno está amenazando de manera
agresiva la propiedad privada”, situación que indudablemente se hace notoria
con el uso y abuso de las mal llamadas “Expropiaciones”, el ‘cáncer’ que ha
causado que los grandes empresarios nacionales e internacionales no inviertan
en la creación de empresas en el territorio nacional, en virtud a que si el
objetivo del gobierno de turno es estatizar el sector privado, no se le otorga
ninguna garantía de éxito a los inversionistas ya que no existe una amplitud
económica que permita una proyección a futuro de las nuevas empresas.
Un ejemplo de lo anteriormente
expuesto son las declaraciones del reconocido inversionista Carlos Slim quien
está considerado como el hombre más rico del mundo. El empresario asevera tener
8 mil 300 millones de dólares para crear empresas en Latinoamérica, pero el
empresario destaca que Venezuela no está seleccionada como parte de esas
inversiones que estimularían la creación de negocios productivos que incentiven
el crecimiento económico y el empleo. El economista y miembro del Consejo
Nacional de Economía, Rafael Piña, explica esta situación argumentando que las
negociaciones de Venezuela con China, Rusia y los Países Árabes “no son un
estímulo a la inversión extranjera, sino más bien responden a un simple
intercambio comercial, donde nuestra nación tiene todas las de perder”.
La Venganza es Dulce.
A los venezolanos nos toca esperar que el problema se
solucione en este país que lo tiene todo y no tiene nada con las próximas
elecciones presidenciales y es allí cuando escuchamos las promesas del muñeco
del palacio para solventar todas las preocupaciones que afectan al ciudadano de
a píe. Está en nuestras manos decidir quedarnos aquí luchando por una mejora en
la economía nacional o tener que abandonar nuestro suelo para buscar maneras de
surgir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario