Las mujeres piensan en poner el arbolito y
decorar el hogar mientras que los hombres se preocupan por pintar y arreglar
esos imperfectos de la casa para que la morada luzca impecable en estas
festividades. Por su parte, los chiquillos están pendientes de cuanta
publicidad de juguetes salga en la televisión para pedírselos al niño Jesús
trayendo consigo los inclementes dolores de cabeza de sus padres para conseguir
ese regalo que tanto anhela el consentido o consentida de la casa.
Dicen por allí que entre gustos y colores no
han escrito los autores y a pesar de que cada uno de nosotros establece sus
prioridades en estas fiestas, todos buscamos felicidad, armonía, pasarla bien
en familia y disfrutar al máximo del mes más hermoso del año.
Para muchos estas fechas son mágicas, pero no
todos tienen la dicha de verlo así. Pensemos por un instante en esas familias
que se han quedado sin hogar a causa de las lluvias, aquellos que lamentablemente
han perdido un ser querido o en esos niños que se quedarán esperando un regalo porque
su niño Jesús nunca llegará. En nombre de ellos dejemos a un lado las
inconformidades y celebremos, brindemos y riamos como si no hubiese un mañana,
quizá es la mejor forma de festejar la llegada del niño Dios a nuestros hogares
y a nuestros corazones.
Hagamos
que esta fiesta sea una verdadera ‘FELIZ NAVIDAD’ y recordemos por encima de
todo que las mejores celebraciones son aquí en el mejor estado del mundo, el
estado Zulia.
Para: www.somoszulianos.com